Es indudable que la semilla de la cual nació el SINASSASS, no
fue otra que la persecución injusta desatada en contra de los
Administradores de los Hospitales y de Áreas de Salud, a partir
del año 2006.
Importante destacar que a la entrada de las nuevas autoridades
en la administración superior de la Caja, estaban aún frescos
los actos de corrupción en la Caja con el llamado Proyecto
Finlandia y que sacudieron al país, con uno de los escándalos de
mayor rango, especialmente por la participación del Presidente
Ejecutivo de turno junto a algunos miembros de Junta la
Directiva y el Gerente de Modernización (puesto creado en el
periodo 2002-2006, al parecer como parte del mismo montaje de
los actos de corrupción que brotarían luego), en estrecho
vínculo de contubernio con altos ejecutivos de empresas privadas
y hasta con dos ex-presidentes de la república, entre otros.
Al interno del SINASSASS, se maneja la hipótesis de que ante el
desprestigio del que fue objeto la Caja ante la opinión pública,
las nuevas autoridades y muy en especial el señor Presidente
Ejecutivo, quiso aparentar con una gestión de limpieza de la
corruptela en la Institución, pero como “buen político”, sin
aparecer en escena y como la acción de la Gerencia Médica es la
que mayormente perciben los usuarios, encomendó a la persona que
nombró en el cargo, llevar a cabo su labor con la rudeza
necesaria para que sus decisiones de presunto saneamiento
interno en la administración de sus Unidades, trascendieran a la
opinión pública y fueran noticia.
Una de esas primeras acciones fue la intervención del Hospital
San Juan de Dios, quizá no sólo por su problemática interna,
sino por ser uno -o tal vez el más emblemático- de los
Hospitales de la Caja.
Los resultados de esa intervención, efectivamente fueron
noticia: hubo separaciones del cargo de varios empleados de
nivel intermedio y hasta los del más alto rango como el
Sub-Administrador General, el Director Administrativo-Financiero
y el Sub-Director General, los cuales fueron finalmente
despedidos; el Director General a quien también se le propuso el
despido, aprovechó su derecho a la jubilación y se le permitió
retirarse por esa vía.
Pero lo relevante de esos despidos, fue que aún cuando la Caja
tenía su propia Normativa de Relaciones Laborales que
garantizaba el debido proceso, trascendió ampliamente que a
estos funcionarios se les despidió sin responsabilidad patronal
y sin haberles aplicado el procedimiento que garantizaba la
citada Normativa, la práctica Institucional a lo largo de toda
su historia y la misma Constitución Política.
El caso del Hospital San Juan de Dios fue tan sólo uno de los
primeros, porque poco tiempo después quisieron aplicar lo mismo
al Director General y al Director Administrativo-Financiero del
Hospital Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, pero una huelga de
los empleados, obligó a echar marcha atrás. También en el
Hospital de Alajuela arremetieron contra el Director General y
el Director Administrativo-Financiero; este último estuvo
separado del cargo por un lapso cercano a un año y el Director
se vio obligado a defenderse con fiereza para no ser destituido.
En fin, fue una ola de agresiones contra la gestión de muchos
compañeros Administradores y Directores, en la que abundaron los
procesos de investigación administrativa, hasta por motivos
intrascendentes o imputables más a la escasez de recursos
disponibles en sus Unidades que a intencionalidad de incumplir.
Lo cierto del caso es que los reiterados actos de abuzo de
poder, de la Gerencia Médica especialmente, secundada por la
Auditoría Interna y el Centro para la Investigación de los
Procesos Administrativos -CIPA-, marcaron una página gris de
abuso de poder, sin parangón en la historia de la Caja.
Indudablemente, esos hechos fueron el detonante que generó el
despertar de los Administradores de Hospital, pues con ellos,
quedó claro que las instancias superiores lejos de protegernos
como era su deber por el hecho de ser los representantes de la
Institución en el nivel local, se habían dedicado a atacarnos
injustamente y a tomar a las autoridades locales como chivos
expiatorios y a cuya costa, las autoridades superiores de turno,
estaban queriendo ganar adeptos ante la opinión pública.
Aun así, no fue nada fácil la labor de convencimiento para la
creación del SINASSASS; una vez que los gestores de la idea se
convencieron de que se estaba causando un daño irreparable al
clima organizacional de la Institución y que además, de manera
injusta se estaba lesionando severamente a los compañeros (as)
que eran víctima de las frecuentes arremetidas, la conformación
de una organización sindical era la idónea para crear un frente
de defensa, tanto para proteger a la Institución como a los
compañeros (as) en la Administración de los Servicios de Salud.
Fue en ese contexto que, en una conversación de rutina entre dos de los Administradores de Hospital que acostumbraban reunirse para analizar la problemática del grupo en su conjunto y buscar opciones de solución, que emergió la idea de crear una organización sindical, al amparo de la cual se pudieran hablar abiertamente de la problemática que se estaba viviendo y conjuntar un frente de batalla que pusiera freno a los abusos que se estaban cometiendo.
Ya en esa línea hacia la conformación del SINASSASS, resulta irrenunciable dejar de mencionar dos reuniones que podrían considerarse pioneras en la construcción del camino que nos llevaría a la creación del Sindicato; una fue el 10 de agosto de 2007 en el Café del Hotel Aurola Holiday In, sitio al que se convocó a varios compañeros (as) que estaban interesados (os) en conformar la Organización. A la cita acudieron Adolfo Cartín Ramírez, Mario Cascante Arguedas, Jorge Mora Acuña, Mayela Carrillo Valverde, Cesar Jiménez Salas, Flander Alfaro Chacón y Gilberth Monge Madrigal. Esta reunión, junto a la otra que se realizó una o dos semanas después en la casa de Don Adolfo Cartín, fueron particularmente importantes porque en ellas el grupo gestor se amalgamó y se comenzaron a sentar las bases de los Estatutos y por consiguiente de la Organización que nacería a la vida jurídica poco tiempo después.
Conocedores de que la conformación de un sindicato de Administradores de Hospital y de Áreas de Salud era un choque fuerte para los colegas, la idea se comenzó a difundir en momentos en que el pánico que había cundido en todas las Unidades a lo largo y ancho del país, daba indicios de que la iniciativa podía tener aceptación. Poco a poco se fue hablando del asunto en cada oportunidad que se presentaba y como respuesta se tuvo la opinión decidida de algunos compañeros que, de inmediato, admitieron que esa era la salida, pero otros con convicción opuesta, manifestaron que “nunca pertenecerían a un sindicato”.
Los hechos continuaron su marcha, los intentos del grupo de Administradores por tener acercamiento con la titular en la Gerencia Médica, desde su llegada al cargo, fueron infructuosos consecutivamente, al tiempo que los actos de persecución y los procesos de investigación administrativa continuaban incesantes.
Todos estos hechos fueron consolidando la idea de que la organización sindical era una necesidad y cada vez fueron menos los opositores a la idea; fue así como los más convencidos se dedicaron a trabajar más fuerte aún en el ordenamiento de las ideas y en todo lo necesario para crear la Organización. Una vez que los contenidos fueron discutidos al interno del grupo promotor y se llegó a acuerdos respecto de lo que podrían ser la bases de la organización sindical a crear, se convocó a los posibles militantes a una reunión para constituir el Sindicato y nombrar la primer Junta Directiva. Se consiguió un lugar sin costo en el edificio de la Asociación Solidarista de la Caja que se ubica al final de la avenida segunda al pie de Cuesta de Moras y se coordinó con un Abogado amigo para que realizara los trámites legales correspondientes, condicionado al pago posterior. Lamentablemente, la concurrencia a esa convocatoria no fue suficiente y por tanto, fue un intento fallido.
Poco tiempo después se quiso aprovechar la concurrencia de los Directores Administrativo-Financiero de Hospitales en una de las reuniones del Consejo Nacional de Directores Administrativo-Financiero de Hospital y Representantes de las Áreas de Salud, el cual se llevó a cabo en el Hospital de Alajuela el 29/06/07. Para ese fin se invitó nuevamente al Abogado, pero cuando se planteó al grupo la intención de aprovechar la concurrencia para la conformación del sindicato, uno de los colegas presentó férrea oposición y total desacuerdo en que se aprovechara la reunión del Consejo para ese propósito. Ante esa circunstancia y dado que la conformación del sindicato no estaba en la agenda del Consejo, pese a que la mayoría estaba de acuerdo, el Abogado recomendó su postergación para otro momento en el que sí prevaleciera el consenso. Efectivamente, la sugerencia del Asesor Legal fue acogida y el intento no pasó de ser solamente eso: un intento más.
Posteriormente se dio un hecho curioso, la reunión última del Consejo de Directores Administrativo-Financiero de Hospitales del 2007, se programó para el 30 de noviembre y se acordó que fuera en una propiedad privada de uno de los colegas, en Jesús María de San Mateo para realizar un pequeño convivio de fin de año al final de la reunión y resultó que el colega que se había opuesto a la conformación del Sindicato en la reunión del 29 de junio en Alajuela, llamó para justificar su ausencia a esa reunión debido a que no podría asistir.
Ese hecho encendió nuevamente el interés por la creación del sindicato, el cual estaba ahí latente en espera de una ocasión propicia y que parecía ser ésta. Sin tiempo que perder, los promotores de la idea, nuevamente prepararon lo pertinente para la creación del sindicato, lo cual involucraba por supuesto, llevar al Abogado hasta el lugar de la reunión.
La concurrencia al Consejo en esa ocasión no fue tan nutrida como en otras, pero sí había suficientes miembros interesados como para que se pudiera crear el sindicato que, para ese entonces, ya era una idea consolidada entre la gran mayoría de los Administradores de los Hospitales y de las Áreas de Salud.
Una vez que los temas de agenda fueron abordados, se dio por concluida la reunión del Consejo, pero en acto seguido, se planteó a la concurrencia la idea de crear en ese momento la organización sindical que habíamos venido intentando y que por diferentes razones, no había sido posible hasta ese momento. Se les informó que la organización llevaría el nombre de Sindicato Nacional de Administradores de Servicios de Salud del Seguro Social, identificable con las siglas SINASSASS.
Para mayor convencimiento, se explicó el horizonte que tendría la organización, quienes podrían ser sus militantes, cuales los objetivos perseguidos, se dio lectura a los considerandos que se dejarían en el acta constitutiva como evidencia del contexto que llevaría a sus miembros hacia la conformación del sindicato, pero dejando claro ante todo, que el interés mayor sería la defensa de la Caja como Institución de bien social, que merece ser protegida por los miembros del Sindicato y por todo el pueblo costarricense.
Pese al convencimiento aparente, al someter a votación la conformación del sindicato, abundaron las expresiones de incertidumbre en los presentes, pero en ese momento se contó con la presencia de uno de los colegas que, junto al opositor ausente, se había manifestado también en contra de la creación del sindicato, pero que afortunadamente, los hechos de persecución y abusos de poder que se estaban dando, lo habían hecho reflexionar hasta el punto de cambiar su posición y manifestarse abiertamente anuente a la conformación del sindicato y a su militancia como asociado.
Todo ese contexto favoreció el que la votación a la que sometió la moción, fuera aprobada sin opositores que se manifestaran abiertamente en contra; no obstante, las mayores dificultades se enfrentarían al pretender conformar la Junta Directiva, ya que algunos expresaron anuencia a formar parte de la Junta Directiva, pero en puestos de vocalía y otros, pero nadie aceptaba la Secretaría General.
Las propuestas iban y venían, se modificaban y se lanzaban de nuevo, pero con el mismo resultado negativo. Fue entonces cuando uno de los compañeros presentes tuvo la idea de llamar a un colega ausente ese día, pero que se había manifestado muy entusiasmado con la idea del sindicato; la idea fue proponerle que aceptara ser nominado como Secretario General. La llamada se concretó sin tardanza y sin mayores dubitaciones el colega aceptó la nominación. Tal decisión fue comunicada a los (as) presentes, quienes en acto seguido votaron unánimemente por su nombramiento y consecuentemente, se convirtió en el Secretario General nombrado ese día.
Ya teniendo el Secretario General nombrado, se procedió con la Sub-Secretaría General Adjunta, la cual se nombró sin problemas, al igual que la Secretaría de Conflictos, la Secretaría de Finanzas y la Secretaría de Organización y Comunicación; para el nombramiento de la Secretaría de Actas y Correspondencia, Vocal 1 y Vocal 2, no había aceptación por parte de ninguno de los presentes y por tanto, se recurrió a la misma estrategia de llamar a algunos (as) colegas de los (as) cuales se tenía conocimiento que estaban interesados en la conformación del Sindicato. Las llamadas produjeron efecto positivo y rápidamente se nombró a los vocales. El último nombramiento se dio con el órgano de Fiscalía, el cual recayó en una de las compañeras presentes que, pese a estar próxima a jubilarse, estuvo siempre muy identificada con la creación del sindicato y por tanto aceptó el puesto sin objeciones. De esa manera fue creado el SINASSASS, pero la historia no termina ahí, aún queda por narrar algunos hechos importantes que merecen los párrafos siguientes.
En los términos descritos, el Sindicato quedó conformado y posteriormente se iniciarían los trámites de inscripción ante el Ministerio de Trabajo; esto implicaba que los miembros de la Junta Directiva debían reunirse para ultimar detalles e ir perfilando su plan de trabajo, partiendo de un cronograma de reuniones y un lugar donde reunirse.
Algunas semanas pasaron sin que el Secretario General electo tomara la iniciativa que le correspondía, razón por la cual fue necesario interpelarlo al respecto. El resultado fue que el colega que había aceptado la Secretaría General, estaba interino en el puesto de Director Administrativo-Financiero de Hospital y en los días siguientes a su nombramiento, reflexionó respecto de cuánto podría perjudicarle el asumir el puesto más alto en el Sindicato y por esa razón, comunicó su decisión de no asumir el cargo.
Ese hecho, indudablemente obligó a realizar los ajustes correspondientes previos a la inscripción del acta constitutiva y en ese entorno de incertidumbre, el Secretario General Adjunto que en primera instancia no había querido aceptar el puesto de Secretario General, dio el paso y aceptó el cargo. Como parte de esos ajustes, el Coordinador del Consejo de Administradores que en virtud de ese cargo había considerado inconveniente formar parte de la Junta Directiva del Sindicato, terminó dejando en manos de un sucesor su puesto en el Consejo y aceptando un cargo en la Junta Directiva del SINASSASS. Superados esos escoyos y consultados, personalmente a los que fue posible y por teléfono a los de lugares alejados, a todos los que habían firmado el acta original, de asistencia y de acuerdos, se formalizaron los trámites de inscripción ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y así nació oficialmente a la vida jurídica el Sindicato Nacional de Administradores de Servicios de Salud del Seguro Social; es por esa razón que el Acta Constitutiva señala como fecha de su creación el 15 de diciembre y no el 30 de noviembre de 2007, que fue la real.
Un aspecto importante a destacar es que la primer Junta Directiva inició sus gestiones sin recursos de ningún tipo y todo su accionar inicial fue sobre el esfuerzo propio de sus integrantes, quienes fueron incluso sujetos de crédito, personalmente, para respaldar sus gestiones iniciales y hasta el posterior alquiler de la primera oficina.
Como cierre de esta sinopsis, se torna imposible no hacer mención a dos hechos más que resultan, cada uno en su ámbito, de gran importancia. Uno es el gesto de desprendimiento de los miembros del Consejo de Administradores de Hospitales, quienes por acuerdo unánime, decidieron aliviar las penurias económicas del SINASSASS, con una donación de dos millones de colones tomados de su Fondo de Asistencia Mutua Para la Defensa Legal, el cual habían constituido varios años atrás. El otro hecho no requiere mayor descripción: se trata simplemente de que el opositor acérrimo a la conformación del Sindicato en la reunión del 29 de junio de 2007 en el Hospital de Alajuela y cuya ausencia al Consejo del 30 de noviembre de 2007 se aprovechó para conformar la Organización, por su propia convicción decidió posteriormente afiliarse y formar del Sindicato, al que tanto se opuso.
Para concluir, sólo resta indicar que al momento de escribir esta sinopsis, poco más de dos años después de su creación, el SINASSASS cuenta ya con más de 150 afiliados, ha podido prestar ayuda legal a muchos (as) compañeros (as) que lo han requerido y ha dado apoyo directo con su participación en causas que lo han ameritado; incluso ya registra a su haber logros importantes en el campo reivindicativo y su proyección, se vislumbra hacia un futuro muy promisorio, en armonía con sus propósitos y objetivos originales.
Nota: escrita en el año 2011 por
Gilberth Monge Madrigal